CANNSTATTER VOLKSFEST - STUTTGART - 10 AL 12 DE OCTUBRE DE 2014

El viernes por la mañana embarcamos en el aeropuerto de Barcelona para llegar al de Stuttgart poco después de las 11 de la mañana. Como el resto de gente tiene prevista la llegada por la tarde, quedamos con Igor en su trabajo para comer juntos, y poder visitar el museo de la Daimler mientras él vuelve al trabajo por la tarde. Comemos en el restaurante del museo, Eva unas Maultaschen, Igor y yo unos Käsespätzle.

Como trabajador de Daimler, Igor nos consigue una entrada, así que compramos la segunda y nos ponemos a visitar el museo. El edificio en sí ya es toda una obra de arte, y sobre una superficie de 16.500 m2 explica los más de 125 años de industria automobilística mostrando 160 vehículos. Empieza con el primer motor fabricado por Daimler, los primeros vehículos a los que se adaptó, la primera moto de la historia, barcos, trenes, aviones... En fin, toda la historia de la marca Mercedes-Benz hasta los Fórmula 1 actuales. Muy completa, y para dedicarle todo un día, pero a las 6 de la tarde ya cierran, así que volvemos a quedar con Igor para ir a su casa a dejar la maleta que aún cargamos.

 

 

 

 

 

Como el resto de gente ya ha llegado a Stuttgart, quedamos en un bar del centro para reunirnos y tomar la primera cerveza juntos. Cuando ya estamos todos vamos a cenar a un restaurante, donde volvemos a atacar a las especialidades típicas alemanas igual que en el viaje de este verano.

 

 

 

Después de la cena, vamos al pub irlandés Biddy Early's en la planta baja del mismo edificio. Después de unas "pintas" y algunas canciones nos trasladamos a un bar musical, donde nos quedamos hasta pasadas las 4 de la mañana, hora a la que decidimos ya retirarnos, que el día fuerte va a ser mañana.

 

El sábado por la mañana nos reunimos en el hotel donde se aloja el resto, y nos dirijimos al Cannstatter Wasen, donde se celebra la fiesta. En un área de 68.000 m2 se juntan un pequeño parque de atracciones, decenas de tenderetes de feria y de comida, y las 9 enormes carpas donde está la fiesta de verdad. Las carpas van desde las 550 hasta las 5.800 plazas de capacidad, con un total de casi 35.000 personas! El problema es que en los últimos años la fiesta ha crecido tanto, que en principio no se puede acceder a las carpas sin reserva previa, y por lo que nos cuenta Igor las reservas se agotaron hace más de 6 meses. Pero que no cunda el pánico, Igor conoce a un camarero de una de las carpas, Marcelo el argentino, y esperamos que nos eche una mano.

Así que sobre las 12 del mediodía llegamos a la Göckelesmaier, por suerte de momento no hay mucho control y podemos entrar sin problemas, aunque evidentemente las 3.800 localidades de esta carpa están totalmente llenas y nos tenemos que quedar de pie en el pasillo. Eso no impide que nos ventilemos 2 Maß (jarras de litro) por barba, servidas por Marcelo.

 

 

 

El ambiente es increíble: lleno absoluto, la gente de pie sobre los bancos cantando y bailando. En el escenario, el grupo toca desde clásicos del Schlager (Eine neue Liebe ist wie ein neues Leben, Ti Amo, Tür an Tür mit Alice, Wahnsinn, y la mítica Über den Wolken que sonó en nuestra boda), hasta Bon Jovi o Europe, pasando por ABBA, Los Beatles, Eurythmics, etc. Una mezcla realmente heterogénea! La gente totalmente vestida para la ocasión con el traje típico: las chicas con el vestido de tirantes y la blusa, y los chicos con el pantalón de piel y la camisa de cuadros. Sin exagerar, el 90% de la gente va vestida así!

 

 

Pasadas las tres tenemos que abandonar la carpa, ya que tienen que limpiar para el turno de tarde, que empieza a las 5. Quedamos con Marcelo para luego y que nos ayude a "colarnos". Aprovechamos para ir a comer a un griego fuera del recinto, y por culpa de un servicio lentísimo estamos de vuelta en la carpa pasadas las 7. Ahora ya hay seguratas en la puerta que no dejan a entrar a nadie sin la pulsera de la reserva, así que Marcelo tiene que emplearse a fondo con tres seguratas y la responsable para que podamos entrar. Qué leches les habrá contado? Sea como sea, estamos dentro, y nos quedamos en el pasillo igual que antes.

 

 

 

Cada cierto rato tocaban una canción típica para que todo el mundo brindara, Ein Prosit. Otra canción muy típica de nuestro año de Erasmus fue Er gehört zu mir. Que grandes momentos!

 

Cae otro Maß por barba más una media ronda compartida, hasta que pasadas las 9 Marcelo nos avisa que una mesa ya ha quedado vacía, así que por un rato podemos disfrutar de la fiesta "desde dentro". Y es que subirse a los bancos a bailar no tiene precio!

 

   

   

 

Nos pedimos unos pollos para cenar, junto con otro Maß. A partir de las 11 la gente ya se va, y es que a las 12 cierran. Sí, a las 12, que estamos en Alemania! Pero nosotros seguimos dándolo todo hasta que casi nos quedamos solos y también nos tenemos que ir.

 

 

 

Cuando salimos decidimos retirarnos ya, que la fiesta tiene turno de mañana y de tarde, pero nosotros hemos doblado! Poco después de la 1 ya estamos en la cama, agotados...

El domingo por la mañana Jonás, Rafa y Santi vienen a casa de Igor, donde pasamos el rato hasta que ya es hora de ir a la estación de tren algunos y al aeropuerto otros. Y como este viaje empezó con el toque cultural del Museo Daimler, lo acabaremos con unas imágenes del aeropuerto de Stuttgart, con unos peculiares pilares en forma de árboles.